Un espacio para la reflexión, hoy 8 de marzo del 2015, Día Internacional de la Mujer. Por: Laura Maldonado Acosta

Por: Laura Maldonado Acosta

Hoy me he levantado con ganas de dar un aire musical a este día, y no lo hago de manera inocente, sino más bien para poner de relieve un entramado social que aun siendo concebido en el siglo pasado, en la década de los 90, persiste de la manera más peligrosa posible: desde el silencio, estando presente en los corazones, la conciencia y el accionar de muchos, inclusive de muchas.

La violencia sutil y maquillada a la cual se encuentran sometidas las mujeres que hacen vida en los espacios públicos, especialmente en las altas esferas, está más presente que nunca; están y no están, es la gran dicotomía, la voz como representación de un eco lejano en los oídos de aquellos que dicen "escuchar" para hacer congruente su imagen con lo que se espera de ellos, pero jamás con sus verdaderos deseos. Hay quienes lo hacen conscientemente y quienes no, lo cierto es que me cuesta indicar cuál de los dos resulta más peligroso.

La música y letra encargada de amenizar estas palabras —para quien así lo considere— está a cargo del grupo Los Prisioneros, en una de las piezas más reconocidas, y de más está decir: polémica, como lo es Corazones rojos. Resulta importante destacar que el momento histórico en el cual se edita Corazones, albúm que recoge esta pieza, es sumamente importante para comprender la carga emocional de sus letras: el 11 de marzo de 1990 en el nuevo congreso ubicado en la ciudad de Valparaíso, Patricio Aylwin da inicio al ‘proceso de transición’ a la democracia, quien pactó junto a la derecha económica y política un Chile totalmente acorde al nuevo orden global. Aylwin fue el primer presidente democráticamente electo tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, en el que fue derrocado Salvador Allende y se instauró el Régimen Militar encabezado por Augusto Pinochet.

En este contexto histórico, signado por elementos de carácter político, Jorge González, integrante de la banda musical Los Prisioneros, en muchas entrevistas ha dicho que en Corazones sus preocupaciones parten más de una experiencia marginal. Pero no sólo del marginado social, sino del lado del homosexual, del drogadicto, del desdichado, del descarriado, y de la mujer, como es evidente en Corazones Rojos. Si hay un tema que define lo micro político de forma más explícita, ese es Corazones Rojos. Quizás es en donde González es el Prisionero de los 80, sin embargo, lo es desde todo un ángulo de resistencia minoritaria. Corazones Rojos es una burla al machismo, en este caso de la sociedad chilena, pero que en la realidad no le pertenece únicamente a ésta. Representa un análisis micro-social contundente, planteado desde la mirada del hombre, con un aire déspota.

Es mi intención, compartir esta letra para la reflexión, tomada por analogía para reflejar el tipo de luchas que las mujeres han tenido y tienen aún que enfrentar. Considerando, no como único, pero si uno de los más significativos, aquel fatídico hecho ocurrido el 8 de marzo (discutible) de 1911, que costó la vida de más de 140 mujeres, quienes quedaron atrapadas en un incendio originado en una fábrica de algodón ubicada en Nueva York. Se comenta que las puertas estaban aseguradas con candados para tener control de las mujeres ante cualquier acción de protesta y, que al presentarse el incendio, quedaron atrapadas. Lo importante, en todo caso, es que con esta conmemoración se reconoce el papel histórico que ha representado la mujer en la lucha por la reivindicación de la equidad social (Delgado de Smith, 2015). Puede observar el vídeo a continuación:



Para revisar la letra: Letra, Corazones Rojos


Para culminar, les dejo mi reflexión, desde lo más profundo de mi corazón: Mujer no seas objeto, reivindica, como a lo largo de la historia se ha hecho, tus derechos como sujeto, desde la confrontación de las ideas, dale poder a tu voz y sustenta con argumentos, los tienes y debes apelar a ello. Que sepan que estas allí, que has estado allí y que jamás dejaras de estar. Ama, cuida, protege, consiente y atiende con todo tu ser a tus amados tesoros —compañer@s de vida, hij@s, madre, padre, herman@s, amig@s, compañer@s— con el mayor de los esmeros, como solo tú lo sabes hacer, pero no permitas ¡jamás! que te excluyan de la posibilidad de recibir de vuelta todo aquello que te engrandece excepcionalmente, pero que no te pertenece exclusivamente.

Te recomiendo estos links donde pueden ampliar elementos que se han considerado acá:

1. Sobre temas de mujer y muchos más:

2. Un poco más acerca de los prisioneros y su albúm Corazones:


Gracias MIL, por el tiempo dedicado a la lectura…